Algunos de nosotros, en mayor o menor
medida, nos hemos visto inmersos en algún tipo de crisis existencial y la
hemos terminado superando de una manera o de otra.
Las personas que sufren esta clase de
crisis suelen ser seres inteligentes, sensibles, empáticos y con un alto sentido de la solidaridad y de
la justicia que, en determinadas circunstancias se sienten abrumados por el carácter materialista, distante y
egoísta que impera en la sociedad actual.
Frente a todo lo que nos rodea, surge en
nosotros la necesidad de encontrarle sentido a nuestra existencia,
de descubrir cuál es nuestro propósito
vital y qué podemos hacer para sentirnos
mejor con nosotros mismos y con nuestra vida.
En el camino de la superación, que
podemos recorrerlo con apoyo emocional y
psicológico o solos si contamos con los recursos suficientes para ello, lo
fundamental es que nos tomemos tiempo para la reflexión, intentemos dar respuestas a todas las preguntas que nos agobian y tomemos las decisiones
adecuadas para llevar a cabo los cambios que consideremos necesarios para
nuestra mejora.
En estos momentos debemos ponernos por
encima de todo lo demás y convencernos de que somos lo más importante en nuestra vida. Será de
gran ayuda el pensamiento positivo que
nos llevará a confiar plenamente en nosotros mismos, en nuestro gran poder
interior y en el apoyo de la vida.
Tengamos siempre presente que nosotros
somos los verdaderos dueños de nuestra vida y de nuestro destino, y no
olvidemos que las crisis pueden servirnos para aprender, evolucionar y mejorar
nuestra vida.
Es fundamental que pensemos que todo se
solucionará pronto y eso es precisamente lo que yo os deseo a todos los que
estéis pasando por los peores momentos.
LA VIDA NOS ENVÍA LO QUE MÁS NECESITAMOS EN EL
MOMENTO PRECISO
No hay comentarios:
Publicar un comentario